Última etapa a orillas del lago, similar a la del día anterior, pero en bicicleta de montaña. Unos cincuenta kilómetros por las carreteras y caminos llenos de baches de la península.
Etapa de hoy comienza con un ascenso gradual por una carretera asfaltada, que lleva a las crestas, desde donde la vista es espléndida. Llegamos a un mirador desde donde, cuando hace buen tiempo, podemos observar casi la totalidad de los 6.000 picos de Bolivia, no sólo los de la Cordillera Real, sino también el Apolobamba y, a lo lejos, los volcanes del Parque Sajama. Nos desviamos por una pista, seguimos parte del lago, remontamos las crestas y regresamos a Tiquina por una bonita pista polvorienta.
Como en la etapa anterior, no hay nada técnico, pero hay que estar preparado, porque toda la etapa se desarrolla a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar.